Citas célebres

martes, 7 de septiembre de 2010

Y aquí tumbada en la arena cerca del mar, veo pasar una bandada de pájaros y emerge en mí una envidia (y no precisamente sana) hacia estos afortunados seres alados. Afortunados, sí, ya quisiera yo poder surcar los cielos como hacen ellos sin necesidad de aviones o cualquier otro artefacto, sólo con mis alas. Sentir esa enorme libertad que aporta volar donde quiera que me apetzca. Sería un ave migratoria: en verano estaría en las cálidas tierras del mediterráneo hasta que la llegada del otoño me obligara a emigrar a tierra africana. Y así pasaría yo las estaciones de lugar en lugar, sin un hogar fijo, ni frontera, ni país, solamente ciudadana del mundo. Y desde las alturas, observaría a la gente pasar, inmersos en sus propios problemas, gente de todas las culturas; algunos me venerarían, otros me estudiarían y contemplarían cautelosamente, mientras que otro tanto iría a mi acecho. Quien sabe, quizá en otra vida tuve alas!

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