Citas célebres

viernes, 17 de septiembre de 2010

Delirios de una feminista

El otro día, mientras leía MujerHoy, me llamó la atención un artículo en que la autora, gran observadora, hacía hicapié en una gran certeza que queda desapercivida a simple ojo: a la mayoría de las mujeres que se les insulte diciéndoles fea (o cualquier otro insulto referido a su aspecto físico), cojerá un cabreo (por no decir una depre) que pá qué... En cambio si lo intentamos con un hombre, éste se nos reirá en la cara, o simplemente se nos quedará mirando con cara de indiferencia total, sin ver afectada su autoestima, como pasa con las mujeres (siempre hay excepciones, no es mi intención generalizar). El caso es que, esta observación es un claro ejemplo que muestra las exigencias físicas y la presión a las que estamos sometidas las mujeres. Basta encender la televisión para comprobar cómo constantemente nos bombardean, sobretodo, con la llegada del verano, con centenares de productos de belleza que nos prometen incrementar nuestra belleza, como si no hubiera nada más importante en nuestra existencia de mujeres que el ser guapa. Minetras, que en contraste, la proporción de productos de belleza masculinos es mínima si la comparamos con los dirigidos a las féminas (¡ojo! también cabe decir que de cada vez son más los hombres preocupados por su imagen, sobretodo los jóvenes). De esta manera, he aqui una muestra de machismo moderno en la que la mayor aspiración de una mujer ha de ser el estar divina de la muerte, ¿para quién? Para el público masculino, claro está... Como si la única cualidad femenina importante fuera la belleza: si nos paramos un momento a analizar un poco, nos podremos percatar de cómo en cualquier discoteca, o sitio de ligoteo, si una chica no es una belleza que digamos, poca cosa tiene que hacer, como mucho si tiene cierta gracia, conseguirá hablar con alguno pero sin llegar a mucho más, mientras que si un chico no es un Adonis precisamente (tampoco una atracción de circo, todo sea dicho), le basta con tener el suficiente carisma para ser el "puto amo" (perdón por la grosera expresión). Algunos dirán que esto es porque las mujeres no damos tanta importancia al físico como los hombres, en parte tienen razón, es una cuestión biológica; pero también hay que tener en cuenta el papel que juegan los medios en los que parece que una mujer si nos guapa no vale nada. Es por eso que aborrezo esta sociedad en la que se da un valor excesivo al aspecto físico de una persona, en vez de a otros valores que, por lo menos yo, encuentro mucho más trascendentes, como son la solidaridad, la honestidad, la cooperación o la empatía, valores  que mucha falta nos harían, sobretodo hoy en día. Y es que la escasa minoría que los posee son tachados de "bichos raros", y digo yo, ojalá tuviéramos más "bichos raros" que se salieran, tan sólo un poquito, de lo convencional y lo que llamamos hoy en día "normal".

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